Recuerdo a fines de 2014 y regresando a casa del Hospital, después de estar en coma y con respiración artificial durante seis meses y agradecido a la vida, me propuse no perder más un solo día de mi vida sin apostar a lo positivo, me puse a pensar en serio en tratar de transmitir y volcar lo que acumulé de experiencia durante 37 años en el periodismo. Fue entonces cuando me puse a trabajar en dos proyectos que me parecieron interesantes, el primero de ellos un Taller de Prensa y Comunicación destinado a entidades intermedias, que sirviera para que las mismas pudiesen comunicar sus vivencias, sus logros y sus proyectos, el segundo, Taller Integral de Radio, donde se integraba el periodismo, la locución y la producción de radio, lógicamente conformando un equipo con otros profesionales, al menos a mi me parecían y aun me parecen muy interesantes porque aporta conocimientos a todos aquellos inquietos que quieren entrar en este mundo de la comunicación a través de los medios.
Hoy llevo perdido dos años detrás de esa ambición de poder dar y dejar mi escaso conocimiento, delegando en esos interesados a responsabilidad de comunicar plenamente, abriendo puertas a la curiosidad del público. Infructuosas fueron las veces que quise tener un encuentro con los responsables de Cultura, pero nunca lo pude lograr, probablemente no me conozcan lo suficiente o tendría que haber apelado a algún funcionario, para abrir una puerta que me parece está sellada a la buena voluntad que tengo.
Ya ha pasado mucho tiempo, no es necesario acudir una vez mas para no tener eco, por fin encontré el apoyo que necesitaba y estoy muy ocupado ahora, preparando lo que comenzará en febrero de 2018, dos años pasaron para poder lograr un espacio en un distrito en el que yo le di espacio a todos, pero las cosas son asi.
Vamos a comenzar con el Taller Integral de Radio que será arancelado por los costos que esto conlleva, unos Talleres que estimo pueden ser muy útiles para la sociedad y que deberian ser gratuitos, y a mi, en lo personal me dará una satisfacción inmensa de saber que quedan brotes nuevos para la comunicación en el distrito, pero les repito, estas cosas tan pequeñas y sin importancia a Cultura no le interesan.
La vida me da otra oportunidad y agradezco a estos nuevos amigos que me brindan su confianza y creen en mi, eso no se puede pagar con nada, eso se llama buena fé, se llama interés, se llama pensar en el otro, pero de ninguna manera se llama soberbia y eso es, lo que encontré en otro lado. En el lugar menos esperado.
Héctor Reynoso
Periodista de
Florencio Varela