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Elevan a Juicio Oral la investigación del allanamiento de 2019 al ex Boliche Santa Diabla del Cruce Varela
24/10/2022

Dos hombres y una mujer (la regenteadora) fueron imputados en la elevación a juicio del caso, que salió a la luz tras un allanamiento realizado en julio de 2019 por la DDI de Quilmes y el fiscal de Berazategui Daniel Ichazo. El Juzgado de Garantías Nº6 de Florencio Varela, a cargo del Juez Diego Agüero, puso fin a la investigación y elevó el caso a Juicio Oral.

El Juzgado de Garantías N° 6 descentralizado de Florencio Varela, resolvió en una causa que se investigaron los delitos de promoción y facilitación de la prostitución y concluyó que los dueños de un local nocturno bailable y una empleada, deberán ser juzgados en un juicio oral y público, para determinar sus responsabilidades penales.
En un tramo del auto de elevación a juicio, el Juez de Garantías Diego Agüero, destacó las conclusiones del equipo de Rescate y Acompañamiento a las personas damnificadas por el delito de Trata, en el que describieron que, algunas de las mujeres que entrevistaron en el lugar desarrollaban tareas de «coperas».
Agüero afirmó que relacionado a esa actividad, la tendencia es prohibirlas y como ejemplo, transcribió una nota periodística del diario Clarín (https://tn.com.ar/sociedad/por-ley-ya-no-habra-coperasen-la-ciudad-de-buenos-aires_741476/).

 

Allanamiento en Julio de 2019

«COPERAS.
Dicen que detrás de esta figura legal se encubría la trata de personas. Después de 40 años, la ciudad dijo adiós a la figura de «copera», como se conoce a las mujeres que atraen a los clientes para que consuman y les inviten tragos. El trabajo -técnicamente denominado «alternadora»- estaba regulado por una ordenanza de 1976. Pero hoy la legislatura aprobó una ley que lo prohíbe y que ordena cerrar los locales que las emplean, usualmente conocidos como whiskerías. El argumento de la ley es que detrás de la figura de «copera» se encubre la trata de personas y la explotación sexual. En 1976 la ordenanza 33.266 había permitido que los locales de baile clase A pudieran tener «empleadas contratadas para alternar o bailar con los concurrentes». «Estamos derogando normas que le permiten al dueño del local ser un rufián, un proxeneta», dijo Vera, también titular de La Alameda, al final del debate.».
En esa senda, el Juez de Garantías de Florencio Varela, compartió la conclusión del equipo de rescate, al concluir que la función de «presencia» de las mujeres en la actualidad, es una mutación de las antiguas «coperas».
En relación a los imputados, el magistrado concluyó que facilitaron la prostitución de las mujeres que trabajaban como «presencias» en el lugar, al protegerlas, mediante los empleados de seguridad que controlaban los sectores VIP y ultra VIP para que ellas puedan bailar, vender bebidas alcohólicas y relacionarse con los hombres, con la finalidad del ejercicio de la prostitución.
Todas esas actividades fueron constatadas inclusive en el allanamiento del local bailable, que el equipo de rescate destacó que antes de realizarse las personas conocían de esa diligencia judicial y retiraron a varios hombres «poderosos» del VIP y de las publicaciones en redes sociales, de mujeres, claramente cosificadas por sus vestimentas y la exposición mediática. En relación a la fuga de información del allanamiento en el local bailable ordenó la extracción de testimonios para que la fiscalía en turno al momento del hecho, investigue la comisión de delitos de acción pública.
En cuanto a la prostitución, el titular del Garantías 6 sostuvo que: «constituye un símbolo de la jerarquización del género masculino por sobre el femenino, de forma que denota la existencia de una relación desigual de poder y dominación. Es la peor violencia contra las mujeres e identidades disidentes y se basa en la explotación de los más vulnerables.
Como afirma la antropóloga Françoise Héritier, «decir que las mujeres tienen el derecho de venderse, es esconder el hecho de que los hombres tienen el derecho de comprarlas». Es necesario erradicar el control sobre los cuerpos, exigiendo que la sexualidad esté libre de cualquier intervención de los mercados

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